Una señora se quejaba el otro día de que en las afueras de la tienda de «La Palma» —así la nombran quienes residen por ese lugar del municipio capitalino de Arroyo Naranjo— se vende de todo, desde café importado hasta el muy codiciado aceite.
«Hay un comercio afuera y otro adentro», decía ella, en tanto la amiga le respondía (y eso lo deduje por las respuestas) que cuando la policía aparece, los revendedores se esfuman como por arte de magia, y luego reaparecen una y otra vez.
El tema de los revendedores es recurrente y la extendida práctica de comprar y luego revender persistirá mientras haya caldo de cultivo para ello, es decir, carencias. Mas eso no significa que las autoridades pertinentes se mantengan impasibles.
Las personas que realizan este «trabajo», por lo general inescrupulosas, que prefieren «saquear» el bolsillo de los demás antes de «sudar» un salario digno, se las ingenian a diario buscando por aquí y por allá los artículos y productos que más escasean para luego multiplicar sus dividendos. Tal es el caso del papel sanitario, y más recientemente, de las papas y el aceite, aunque la lista varía en dependencia de las escaseces.
En La Habana, por ejemplo, resulta frecuente escuchar a los revendedores por las calles con jabitas de papas que ofertan al precio de 1 CUC. Es decir, a todo se le «saca partido».
Sin embargo, muchas personas que laboran, sobre todo en condiciones de horario cerrado (como la mayoría), al llegar a sus hogares encuentran dos disyuntivas: «estamos cerrados» o «ya todo se acabó».
Esta situación favoreció que las llamadas «carretillas» tuvieran aceptación, a pesar de los altos precios, porque para muchos se convirtió en una opción, a sabiendas de que no es la mejor.
En el caso de las papas —para continuar con un tema de gran interés popular—, conozco varias trabajadoras que en esta época se han ausentado de sus centros de trabajo o han llegado tarde para poder comprarlas en el mercado. (Estoy consciente de que este producto tiene sus irregularidades en las provincias).
Lo ideal sería que tuviéramos los productos garantizados una vez terminada la jornada laboral, pero no es así.
La necesidad de construir una Cuba próspera y sostenible pasa por aumentar los niveles de productividad y de colocar al trabajo en un lugar de máxima prioridad. Sin embargo, situaciones de este tipo —vistas a gran escala, por supuesto— afectan de manera notable los ritmos productivos y de servicios.
Para poner un ejemplo: ¿qué ocurriría si los maestros de una escuela llegaran tarde para poder adquirir un artículo de primera necesidad?
La Cuba de hoy, la nuestra, necesita con urgencia resolver estas cuestiones de la vida cotidiana que, además de perjudicar el bolsillo de los ciudadanos, molestan sobremanera. No resulta viable vivir en una sociedad donde unos pocos se aprovechan del trabajo digno y honrado de millones.
La nueva Constitución, aprobada el pasado 24 de febrero, reconoce, en el Artículo 64, el derecho al trabajo. «La persona en condición de trabajar tiene derecho a obtener un empleo digno, en correspondencia con su elección, calificación, aptitud y exigencias de la economía y la sociedad».
Claro que, para los llamados revendedores, esto es letra muerta. No obstante, la sociedad tiene que ir buscando los mecanismos para acabar con esta plaga y quizás otras alternativas —como pueden ser los horarios extendidos— que beneficien a aquellos que cada día cumplen con una jornada laboral y, al llegar a sus hogares, encuentran todo cerrado, lo cual hace que recurran a quienes tienen todo el tiempo del mundo para «hacer las compras».
Miércoles, 20 Marzo 2019 05:05
DE LA VIDA COTIDIANA: «Cuando llego y todo se acaba»
Escrito por Alina M. Lotti / CubaSíTal es la disyuntiva que afrontan muchos trabajadores al llegar al hogar, sobre todo quienes cumplen un horario cerrado.
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Las carencias son el caldo de cultivo perfecto para estas personas que lucran con las necesidades ajenas sin pudor alguno.
Mientras se insiste, con justicia, en la necesidad de aprovechar la jornada de trabajo, la mayoría de los cubanos salen a comprar entre las nueve de la mañana y las cinco de la tarde. ¿Un chiste?
Comentarios
1.- AMPLIACION DEL HORARIO DE SERVICIO EN LAS TIENDAS, PARA QUE LOS QUE TRABAJEN Y NO TENGAN QUIEN EN SU NUCLEO FAMILIAR PUEDAN REALIZAR LAS COMPRAS, PUEDAN ACCEDER A LOS PRODUCTOS DE LAS TIENDAS.
2.- EJERCER DE FORMA EFECTIVA UNA DE LAS FUNCIONES QUE LES CORRESPONDEN Y QUE CONSISTE EN VELAR POR LA LEGALIDAD, ADOPTANDO LAS MEDIDAS QUE CORRESPONDAN CONTRA LOS ACAPARADORES Y REVENDEDORES DE PRODUCTOS, TANTO DENTRO DE LAS TIENDAS, COMO FUERA DE ELLAS.
Este tema ya es recurrente a través de los años siempre pasa igual, con la diferencia de que ahora los revendedores son los dueños de los productos sensibles a la población, hace falta que las autoridades tomen cartas en este asunto para eliminar estos problemas tan necesarios para todos
Por otra parte, sabemos de la escacéz por la que está atravesando el País, y siguen los revendedores haciendo su Zafra ante los ojos de todo el mundo. Las autoridades competentes no juegan ningún papel. ¿Qué pasó con las denuncias de los vendedores de escoba, frazadas de piso, Pan, etc, ect, etc. La indisciplina, la corrupción, la indolencia, siguen y siguen y los problemas se incrementan cada día. Y de los precios ni hablar, lo mismo da que sea en MN o CUC.
Hacia donde vamos?.
El problema es mucho más serio y requiere de un análisis profundo "A grandes problemas, grandes soluciones". Cambiar todo lo que debe ser cambiado, como dice nuestro Comandante. El Presidente solo no puede con tantas dificultades. Debe hacer como Maduro. Sacudir la mata fuerte, muy fuerte, hasta las ramas más pequeñas, y que todas las malas hojas, lo podrido, lo viciado, putrefacto y corrompido se desprenda del árbol y retoñe con nuevas fuezas. Solo así seguiremos por el camino
correcto y saldremos adelante.
Cientos de horas se pierden en buscar alimentos. Todos los días, porque la alimentación es una batalla de todos los días.
A las 6 de la tarde todos los puntos de venta de están prácticamente cerrados. Entonces, por eso los mercados en la mañana y en la tarde y a toda hora, están llenos, porque los trabajadores tienen que dejar sus puestos para ir a buscar la alimentación del dia.
Les pongo un ejemplo sencillo, alla por los 80 en Pinar del Rio se fabrico un queso crema muy bueno y grande, el primer dia como siempre se acabo, pero para sorpresa de todos volvieron a surtir la tienda, ya duro un poco mas y para mas sorpresa al tercer dia volvieron a llenar la tienda, resultado en mi casa se compraba uno solo y cuando se terminaba se compraba el otro. Por desgracia esto duro muy poco. Pero es un ejemplo para destacar que si no hay un suministro estable de todos los productos, van a seguir las colas, los revendedores, y los que no cogen porque ya se acabo.